@Wudangshan

Finalmente logre llegar a Wudangshan !  Las vacaciones de verano en China causan que todos los medios de transporte estén completamente abarrotados, los chinos aman su capital así que en cada ocasión que pueden viajan cientos de kilómetros para pasar ahí unos días  y poder ver todas las maravillas que Beijing ofrece , razón por la cual el transportarse de ahí a otro lado se vuelve  muy complicado.

Ante la imposibilidad de encontrar boletos de tren tuve que volar hacia Xiangyang , una antigua ciudad amurallada que ahora ha pasado a ser una ciudad industrial. Al llegar conseguí  un transporte que me llevara a la estación de autobuses de larga distancia (suelen tener dos tipos de estaciones de autobús en cada ciudad), a 20 kms del aeropuerto, por suerte iba preparado para esto con las indicaciones escritas en mandarín  que amablemente me hicieron el favor de escribir en el hostal en Beijing. Si algún día viajan a la capital de China les recomiendo ampliamente hospedarse en el HAPPY DRAGON COURTYARD, un pequeño hostal al mas puro estilo Beijignes donde el staff siempre esta dispuesto a ayudar.

Después de 3 horas de camino en un autobús cuyos frenos aullaban al mas mínimo  impulso del conductor, llegue a mi destino, Wudangshan. El autobús deja a los pasajeros justo a la entrada del pueblo pasando la caseta de cobro a un lado de la carretera, así que  uno tiene que caminar por una larga pendiente cuesta arriba hasta llegar al sitio de taxis mas cercano, nada llega fácil en esta travesía!  

Una vez ahí hay que negociar el precio, en China todo, absolutamente todo se negocia, y la barrera del lenguaje no puede ser una limitante si uno no esta dispuesto a pagar una cantidad exagerada ya que los chinos  siempre quieren sacar la ventaja de esto, y aunque sea necesaria un poco de paciencia y testarudez también siempre están dispuestos a negociar. Una vez acordado el precio subí mis maletas y me encamine al lugar que será mi hogar en el tiempo por venir, 

la Academia de Kung Fu Puerta del Dragon de Wudangshan.

  Aquí fui recibido con mucha calidez, y por la noche  Sifu Wang, nuestro maestro, hizo un verdadero banquete con una gran variedad de deliciosos platillos en honor mío y de otras dos personas que también llegaron este mismo día.  Es una costumbre en China que cada quien levante su copa y brinde por la razón que se quiera, al decir Gan Bei! (copa vacia !), uno debe de terminarse el contenido del vaso sea poco o mucho, por lo cual es mejor no tener la copa llena todo el tiempo ya que si es un banquete con muchas personas uno acaba bebiendo bastante y muy rápido! 

Una gran bienvenida que me hizo sentir que en verdad me encontraba ya en casa .